Hoy iniciamos un nuevo año, 365 días que traerán consigo muchas bendiciones pero al mismo tiempo también traerán situaciones que necesitaran de nuestro esfuerzo para poder superar, de nuestra fe para poder creer y recibir respuestas de Dios para nuestra vida.
La verdad es que todos quisiéramos que este año fuera solo de bendiciones, pero tenemos que ser consientes que cada año trae consigo desafíos y retos que nos ayudaran a ser mejores para Dios, experiencias que nos ayudaran a crecer, sucesos que tendremos que pasar y que al final nos ayudarán para dar palabras de aliento o consejos a otros que cómo nosotros pasaran también por situaciones iguales o parecidas.
La mejor forma de comenzar este año es poniendo en las manos de Dios todo lo que vayamos a hacer, teniendo conciencia que Dios es Soberano y que Él es quien dicta cada propósito que se llevará acabo en nuestra vida. Lo lindo de todo esto es que el propósito final de Dios en cada situación que tendremos que enfrentar es bendecirnos, hacernos mejores, enseñarnos, capacitarnos e instruirnos en la vida.
Hoy quiero invitarles a depositar todos sus planes en Dios, a que este año que vamos a comenzar lo iniciemos con nuestros ojos puestos en Dios, que hagamos un pacto con esa Divinidad que a pesar de cualquier tormenta que nos toque vivir en este año vamos a seguir siendo fieles a Él, porque Él ha sido fiel con nosotros.
Bendigo sus vida, la vida de sus familias y de las personas que hoy les rodean, declaro que este año será un año poderoso y lleno de muchas bendiciones, un año en donde la gloria de Dios ha de manifestarse en sus vidas.
Los bendigo y los motivo a que sean valientes, a que no olviden durante todo este año que a pesar de cualquier situación difícil que les toque enfrentar, a su lado esta un Dios Todopoderoso que no los dejará ni les abandonará, un Dios que ha prometido terminar la obra que comenzó en nosotros, que este año sea un año en donde le creamos a Dios, en donde nada nos aleje de lo que Dios quiere hacer en nuestra vida.